Cadenas y libertades en la poesía
(Parte de Versos prisioneros)
El terceto encadenado
Se sabe que un terceto es una estrofa
con obviamente tres versos apenas
y puede encadenarse como estofa.
Así es que se pueden tejer condenas
a una serie de tercetos diversos
enlazando con rima, cual cadenas
de cada terceto el segundo verso
con el primero y tercero siguiente
quedando al final tan sólo uno adverso.
Es decir que solo uno es diferente
por ser el único que quedó libre
de la cadena que ya es evidente.
La décima
Rima así el verso primero,
con el cuarto y con el quinto;
los otros ya se los pinto:
el segundo con tercero
sin armar algún reguero.
El verso seis con el siete
y con diez, nadie lo objete;
luego el ocho con el nueve;
y recuerde: verso breve
y ocho sílabas complete.
La lira
La lira es un poema
con cinco versos, métrica desigual
y riman sin problema
uno con tres y los otros nada mal
riman de forma normal.
El soneto
Luego de escribir algunos sonetos,
tanto de los clásicos sicilianos
como de los franceses parnasianos,
espero que no hayan sido incompletos.
Si por error, en algún verso meto
sílabas de más, será verso vano,
pues si bien no pierdo, tampoco gano
y no habría razón para algún veto.
Mantiene once sílabas en sus versos
a más de la compensación debida
y en total catorce versos dispersos
puesto que teniendo justa medida
su estructura inicia con dos cuartetos
pero finaliza con dos tercetos.
La copla
La copla tiene seis versos:
cuatro versos que siempre son
octosílabos.
Los otros dos, más diversos,
son tetra- pero también son
pentasílabos.
El romance
Ahora escribo un romance
a versos que están muriendo
todos tienen cierta rima
que la usa el que está escribiendo
pero todo tiene un ciclo
que aquí ya se está cumpliendo.
En este riman los pares
tal como lo estamos viendo
los impares quedan sueltos
y así es como uno va yendo
con versos de ocho sílabas
compensándolas y uniendo
pero como está en desuso
escribir versos midiendo
se prefiere el verso libre
según lo que ahora entiendo.
Un yerro
A estos versos no me aferro
ni a sus rimas tan floridas,
pues no es que sean vacidas...
Perdón, vacías, ¡qué yerro!
No me juzguen, pronto cierro
esta décima fallida
por la pifia cometida
con la mal ortografía.
Sé que intentaré otro día
verso libre y sin medida.
Cuando los versos se liberaron
Y cuando las cárceles se llenaron
de romances, décimas y sonetos,
de liras y encadenados tercetos,
los versos, sin distingo, se quejaron
¡Queremos ser libres!, todos gritaron,
¡Es necesario cambiar los decretos!
Así, con pronunciamientos discretos,
fue como los poetas sentenciaron:
De la métrica, rima y consonancia,
el verso ya no estará prisionero,
porque ahora el poeta tiene fuero.
Considerará como gran sustancia,
¡que tan sólo la belleza equilibre,
el sentido del que ya es verso libre!
Se sabe que un terceto es una estrofa
con obviamente tres versos apenas
y puede encadenarse como estofa.
Así es que se pueden tejer condenas
a una serie de tercetos diversos
enlazando con rima, cual cadenas
de cada terceto el segundo verso
con el primero y tercero siguiente
quedando al final tan sólo uno adverso.
Es decir que solo uno es diferente
por ser el único que quedó libre
de la cadena que ya es evidente.
La décima
Rima así el verso primero,
con el cuarto y con el quinto;
los otros ya se los pinto:
el segundo con tercero
sin armar algún reguero.
El verso seis con el siete
y con diez, nadie lo objete;
luego el ocho con el nueve;
y recuerde: verso breve
y ocho sílabas complete.
La lira
La lira es un poema
con cinco versos, métrica desigual
y riman sin problema
uno con tres y los otros nada mal
riman de forma normal.
El soneto
Luego de escribir algunos sonetos,
tanto de los clásicos sicilianos
como de los franceses parnasianos,
espero que no hayan sido incompletos.
Si por error, en algún verso meto
sílabas de más, será verso vano,
pues si bien no pierdo, tampoco gano
y no habría razón para algún veto.
Mantiene once sílabas en sus versos
a más de la compensación debida
y en total catorce versos dispersos
puesto que teniendo justa medida
su estructura inicia con dos cuartetos
pero finaliza con dos tercetos.
La copla
La copla tiene seis versos:
cuatro versos que siempre son
octosílabos.
Los otros dos, más diversos,
son tetra- pero también son
pentasílabos.
El romance
Ahora escribo un romance
a versos que están muriendo
todos tienen cierta rima
que la usa el que está escribiendo
pero todo tiene un ciclo
que aquí ya se está cumpliendo.
En este riman los pares
tal como lo estamos viendo
los impares quedan sueltos
y así es como uno va yendo
con versos de ocho sílabas
compensándolas y uniendo
pero como está en desuso
escribir versos midiendo
se prefiere el verso libre
según lo que ahora entiendo.
Un yerro
A estos versos no me aferro
ni a sus rimas tan floridas,
pues no es que sean vacidas...
Perdón, vacías, ¡qué yerro!
No me juzguen, pronto cierro
esta décima fallida
por la pifia cometida
con la mal ortografía.
Sé que intentaré otro día
verso libre y sin medida.
Cuando los versos se liberaron
Y cuando las cárceles se llenaron
de romances, décimas y sonetos,
de liras y encadenados tercetos,
los versos, sin distingo, se quejaron
¡Queremos ser libres!, todos gritaron,
¡Es necesario cambiar los decretos!
Así, con pronunciamientos discretos,
fue como los poetas sentenciaron:
De la métrica, rima y consonancia,
el verso ya no estará prisionero,
porque ahora el poeta tiene fuero.
Considerará como gran sustancia,
¡que tan sólo la belleza equilibre,
el sentido del que ya es verso libre!