Estos textos me parecen llenos de amor. Ver el amor es algo muy bueno. El amor es algo bello y estar en contacto con la belleza es una fortuna. Me parece hermoso que un ser llegue a movernos tanto que nos impulse a crear cosas bellas, ¿qué podría haber más allá de eso?

Opinar tiene sus desventajas (o ventajas, según como se vea). En los textos de opinión, lo que se dice es lo que piensa el que escribe quien, a diferencia de lo que sucede en las narraciones, no está “protegido” u oculto detrás de un personaje. Así, cuando alguien acude donde el escritor para cuestionarle algo de su escrito, éste no cuenta con la posibilidad de responder: “yo no sé, habría que preguntarle al personaje”; o, “la historia acaba como usted quiera que acabe”. Creo entonces que opinar es más transparente y la transparencia nos hace vulnerables. Ser sincero y transparente es muy difícil sobre todo para los adultos porque, a diferencia de lo que pasa con los niños, tenemos que sostener o dar cuenta de lo que decimos. El elegir escribir opiniones precisamente sobre un tema que resulta sensible, lleva casi irremediablemente a elevar el nivel de tolerancia a la crítica.

Para mí, éste es un regalo doble: uno es la creación y pensamientos de Mario y otro es el recuerdo tangible de todo lo valioso que Rosita dijo. Aun cuando los recuerdos se tengan en la memoria, a veces hace falta ver o escuchar alguna referencia a ellos para valorarlos mejor. Mario le agregó mucho valor a algo ya valioso. Pienso yo, entonces, que este libro es un tesoro y la RAE me apoya: Tesoro: “persona o cosa, o conjunto o suma de cosas, de mucho precio o muy dignas de estimación”.


Susana Valencia-Tobón
Diciembre de 2013
Medellín, Colombia.