Lo de la Universidad libre de Barranquilla
Mi hermano me contó que, por aquella época se encontraba él en Barranquilla, "aventurando”, como él mismo lo dijo. Había conocido a un colega cuando estuvieron los dos trabajando en la plaza de mercado, cargando y descargando los camiones que diariamente llegaban y salían de allí. Luego, cuando se les acabó el trabajo, estuvieron ambos por ahí, vagando, hasta cuando se dedicaron a reciclar materiales que encontraban en las calles. Recogían, de preferencia, cartones, porque no pesaban tanto como la chatarra.
La última vez que mi hermano vio a su amigo fue una tarde, cuando se encontraron por casualidad en una de las sillas de un parque. Aquella vez, el hombre le dijo que, como al medio día, le habían ofrecido unos cartones al pasar por la puerta de la Universidad pero que solamente podía ir por ellos en la noche cuando no estuvieran las Directivas.
Mi hermano no se extrañó por no haber vuelto a saber más de su amigo desde ese entonces, pues era normal entre ellos salir de pronto por rumbos desconocidos para regresar al tiempo o, incluso, para no volver. Luego, como al mes de que esto pasara, fue que se supo del escándalo en la Universidad Libre de Barranquilla.
La última vez que mi hermano vio a su amigo fue una tarde, cuando se encontraron por casualidad en una de las sillas de un parque. Aquella vez, el hombre le dijo que, como al medio día, le habían ofrecido unos cartones al pasar por la puerta de la Universidad pero que solamente podía ir por ellos en la noche cuando no estuvieran las Directivas.
Mi hermano no se extrañó por no haber vuelto a saber más de su amigo desde ese entonces, pues era normal entre ellos salir de pronto por rumbos desconocidos para regresar al tiempo o, incluso, para no volver. Luego, como al mes de que esto pasara, fue que se supo del escándalo en la Universidad Libre de Barranquilla.