Otros versos dedicados
(Parte de Versos prisioneros)
Afán solidario
Para Alejo
Dejar que pase la vida
y que lleguen las edades
más allá de mocedades
y sin ruta definida,
es una causa perdida.
Por eso me admiro con ver
cómo has ido guiando tu ser
en diversos escenarios,
con un afán solidario
que es parte de tu quehacer.
La bicicleta
Para Alejo
Nunca será una máquina obsoleta
por ser liviana, ágil y tan ligera
que nadie negaría si dijera
¡qué gran invención fue la bicicleta!
No tiene uno que ser un gran atleta
para rodar por cualquier carretera
sin encontrar ni una sola frontera
hasta llegar a la planeada meta.
Cuando uno se sube a esta maquinita
el corazón siente un gran regocijo
y es en la loma cuando más palpita.
Pero la loma que yo siempre elijo
esa que más ánimo me suscita
es la que hago en compañía de mi hijo.
Celebro tu vida
Para Susi
La vida es aquel motor
que nos impulsa a crecer,
sin que vaya uno a saber
si por causa del dolor,
amargo será el sabor.
Diría yo sin engaños,
que no son los desengaños
como sí las alegrías
lo que más tienen tus días,
por más que pasen los años.
Despedida
Para Susi
Me gustó mucho, querida,
estar en Donosti con vos.
Al final te dije adiós,
lamentando mi partida,
pero sé que así es la vida.
Disfruté mucho, te cuento,
ese día y aquel momento
todo plan que vos hiciste.
¡Qué bella que siempre fuiste!
Por eso me voy contento.
Soneto para un hermano
Para Alberto
A veces por azar llega la vida
otras más por consciente decisión
de quienes quisieron en libre unión
aportar la célula requerida.
Más tarde es que el fruto de ese momento
llega a conocer este mundo por fin
y así es como se cambiará el trajín
conforme la prole va en aumento.
Pero si por esta u otra circunstancia
un padre decide tomar distancia
o si acaso se muestra irresoluto
y por fortuna se tiene a un hermano
que está dispuesto a darle a uno la mano
a más de hermano es padre sustituto.
A un amigo
Para Víctor Parés
Se me entristeció aquel día
cuando no encontré a un amigo
que tuvo, junto conmigo,
un gusto que todavía
nos une en la lejanía.
Hablamos allá en la Habana
de la gran lucha cubana
y del gusto por escribir.
Luego Víctor me vio partir
y ya no hubo más mañana.
Para Alejo
Dejar que pase la vida
y que lleguen las edades
más allá de mocedades
y sin ruta definida,
es una causa perdida.
Por eso me admiro con ver
cómo has ido guiando tu ser
en diversos escenarios,
con un afán solidario
que es parte de tu quehacer.
La bicicleta
Para Alejo
Nunca será una máquina obsoleta
por ser liviana, ágil y tan ligera
que nadie negaría si dijera
¡qué gran invención fue la bicicleta!
No tiene uno que ser un gran atleta
para rodar por cualquier carretera
sin encontrar ni una sola frontera
hasta llegar a la planeada meta.
Cuando uno se sube a esta maquinita
el corazón siente un gran regocijo
y es en la loma cuando más palpita.
Pero la loma que yo siempre elijo
esa que más ánimo me suscita
es la que hago en compañía de mi hijo.
Celebro tu vida
Para Susi
La vida es aquel motor
que nos impulsa a crecer,
sin que vaya uno a saber
si por causa del dolor,
amargo será el sabor.
Diría yo sin engaños,
que no son los desengaños
como sí las alegrías
lo que más tienen tus días,
por más que pasen los años.
Despedida
Para Susi
Me gustó mucho, querida,
estar en Donosti con vos.
Al final te dije adiós,
lamentando mi partida,
pero sé que así es la vida.
Disfruté mucho, te cuento,
ese día y aquel momento
todo plan que vos hiciste.
¡Qué bella que siempre fuiste!
Por eso me voy contento.
Soneto para un hermano
Para Alberto
A veces por azar llega la vida
otras más por consciente decisión
de quienes quisieron en libre unión
aportar la célula requerida.
Más tarde es que el fruto de ese momento
llega a conocer este mundo por fin
y así es como se cambiará el trajín
conforme la prole va en aumento.
Pero si por esta u otra circunstancia
un padre decide tomar distancia
o si acaso se muestra irresoluto
y por fortuna se tiene a un hermano
que está dispuesto a darle a uno la mano
a más de hermano es padre sustituto.
A un amigo
Para Víctor Parés
Se me entristeció aquel día
cuando no encontré a un amigo
que tuvo, junto conmigo,
un gusto que todavía
nos une en la lejanía.
Hablamos allá en la Habana
de la gran lucha cubana
y del gusto por escribir.
Luego Víctor me vio partir
y ya no hubo más mañana.